4 millones de coches sin etiqueta no podrán entrar en zonas de bajas emisiones

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Los municipios con más de 50.000 habitantes deberán tener una zona de bajas emisiones (ZBE) el próximo año, tal y como marca la Ley de Cambio Climático. Unos cuatro millones de vehículos sin etiqueta medioambiental, se verán afectados por esta ley, según explica un informe elaborado por Sumauto. La firma ha indicado que cerca de 11,5 millones de coches circulan por España en obligación a tener una ZBE en 2023, 4 millones de ellos verán “comprometida su circulación” por el hecho de no disponer de etiqueta. Sumauto deja claro que los propietarios de estos vehículos deben ponerse las pilas y prepararse de cara al próximo año. “Esto supone que el 32% del parque móvil de estas urbes se convertirá en 'inmóvil' al tener más de dos décadas o no cumplir los requisitos de la DGT (Dirección General de Tráfico) para portar el distintivo medioambiental, quedando a expensas de conocer sus dueños qué pueden hacer con ellos en vista de que les han puesto 'fecha de caducidad' para circular”, ha detallado la firma.

 

Como consecuencia, una serie de coches quedarán “inmovilizados” mientras no haya planes que incentiven el achatarramiento. Hasta que llegue ese momento, “se quedarán aparcados ocupando especio en la ciudad, ya que, aunque no tengan etiquetas ambientales, sí podrán seguir obteniendo la tarjeta de residente para aparcar en zona verde”. Otra opción que señala Sumauto es que lo dueños de dichos coches decidan venderlos, lo que hará que sean más “atractivos” para las zonas rurales o pequeñas localidades.

Canarias encabeza la lista de ciudades con mayor porcentaje de coches sin etiqueta en España. Le sigue Orense, Ponferrada y León. En el lado contrario de la balanza se encuentran Alcobendas, Boadilla del Monte y Rivas Vaciamadrid. El portavoz de Sumauto, Ignacio García Rojí, habla de un futuro enfocado en dos energías. “Nos encaminamos hacia una movilidad discriminatoria ‘a dos energías’ en la que se restringe la circulación a una parte de la población con menos recursos y capacidad de adaptarse a los nuevos paradigmas mecánicos impuestos legalmente. Por un lado, ciudades grandes con vehículos electrificados para poder circular sin inconvenientes y, por otro, pequeñas urbes y zonas rurales con vehículos contaminantes e inseguros de más de 20 años”, ha detallado.