5 consejos para proteger el coche del frío
Las bajas temperaturas se están acercando y el vehículo queda expuesto si no duerme
en un garaje. El frío puede afectar negativamente a nuestro coche de renting así que
es recomendable seguir unas sencillas pautas para evitar daños graves. Aquí te
dejamos cinco consejos para proteger el coche del invierno.
1. Líquido refrigerante. Es fundamental comprobar el nivel del líquido
refrigerante y el estado en el que se encuentra. Con el paso del tiempo va
perdiendo propiedades que dejan al motor expuesto a las bajas temperaturas.
Generalmente los líquidos anticongelantes tienen colores muy vivos, por ello
debemos observar si aparece más ennegrecido de lo que debería. Si es así,
significa que está terminando la vida útil del líquido y debemos cambiarlo.
Tiene una resistencia a la congelación que puede alcanzar los 20 grados bajo
cero, aunque es recomendable cambiarlo y purgar el circuito completo cada
cinco años como mínimo.
2. Cubrir el coche. Si el vehículo no dispone de garaje para dormir, es
recomendable taparlo con una lona para que no sufra tanto las inclemencias
del tiempo. Existen lonas específicas para cada modelo de coche, aunque
también las hay que van por medias y tienen gomas en la zona inferior para
que queden bien ajustadas a la forma del vehículo. Si no se dispone de lonas
integrales, se puede optar también por telas más pequeñas para evitar la
congelación del parabrisas, una de las zonas más sensibles al frío.
3. Cuidar la batería. Otro de los elementos del vehículo que más sufre es la
batería. Suele tener una vida útil de cuatro años aproximadamente, aunque si
vemos que empieza a dar fallos antes de ese periodo no hay que dudar en
cambiarla por una nueva. Si la batería lleva un tiempo sin funcionar
correctamente, podría dejar de hacerlo por completo si las temperaturas bajan
de golpe.
4. Arrancar al ralentí. Si el coche ha dormido fuera es recomendable iniciar la
marcha nada más arrancar el motor, ya que si alguno de los elementos está
demasiado frío podríamos dañar los circuitos u otras zonas de vital
importancia. Lo ideal es mantener el coche al ralentí unos minutos para que el
propulsor coja temperatura de manera progresiva.
5. Limpiaparabrisas. Si el limpiaparabrisas se congela por las bajas temperaturas,
las gomas se endurecen y quedar pegadas al cristal provocando daños al
intentar despegarlas. Para evitarlo podemos dejarlos levantados o colocar un
tapón de corcho entre ellos y el cristal del coche.