El coche sigue siendo la primera opción para movernos en el día a día. El 60,5% de las personas que viven en grandes ciudades, se suben al coche para los desplazamientos cotidianos. Son datos que revela el ‘Barómetro e carga, según el ‘Barómetro de seguridad vial y movilidad 2022’ de Fesvial y Michelin’, que explica también qué tipos de transporte son los favoritos después del coche. El transporte público sería la segunda opción con un 18,8%, seguido de los desplazamientos a pie que rondarían el 8,2%, la bicicleta o el patinete con un 7,7%, y en último lugar la motocicleta o el ciclomotor con el 4,8% restante.
Por otro lado, casi la mitad de los encuestados ha manifestado una buena predisposición a utilizar el transporte público para moverse dentro de la ciudad, y 4 de cada 10 personas prefieren hacerlo caminando, especialmente si se trata de salidas de ocio. Los autores de dicho estudio afirman que “la aceptación de otras formas de movilidad como el coche compartido (8,2%), la motocicleta (4,7%) o la bicicleta/patinete (3,7%), que se utilizan principalmente para ir a trabajar o al centro de estudios, es muy baja”. Un aspecto muy importante para los ciudadanos a la hora de desplazarse es la facilidad de hacerlo. Parece que la mayoría considera que se trata de desplazamientos cómodos y accesibles en cuanto a iluminación, estado de la vía, etc. El aparcamiento sería el punto a mejorar, ya que 7 de cada 10 encuestados considera que la facilidad a la hora de aparcar sería “mala o regular”.
En cuanto a seguridad vial, las encuestas dan un 2,94 sobre 5 puntos en lo referente a usuarios no motorizados: peatones, patinetes y ciclistas. El premio gordo se lo llevan las señales de tráfico, semáforos y paneles informativos, ya que el 60% de los ciudadanos consideran que se encuentran en una situación “buena o muy buena”, en lo que respecta a visibilidad, cantidad, funcionamiento y estado de conservación. La limpieza, rutas, conexiones y estado de conservación del transporte público, también cosecha muy buenos resultados.
La puntuación más baja se refiere al nivel de formación en seguridad vial de los habitantes de grandes ciudades, lo que pone de relieve una necesidad urgente en cuanto a campañas de sensibilización sobre las nuevas formas de movilidad dirigidas a todos los colectivos. “Los encuestados también se muestran a favor de la imposición de sanciones por incumplimiento de la normativa para todos los usuarios de la vía”, señala el informe.